Los alimentos ricos en hidratos de carbono o carbohidratos, como el arroz blanco y el pan, se dividen en carbohidratos simples y complejos, cuya diferencia radica a nivel de la absorción que realiza el organismo de ellos.
Los carbohidratos son uno de los grupos de alimentos más importantes, porque al ser digeridos y convertirse en azúcares simples son descompuestos rápidamente por el organismo y nos proveen de la energía que el cuerpo necesita para funcionar.
Existen dos tipos:
- Los hidratos de carbono simples, (también conocidos como azúcares simples o monosacáridos).
Son los siguientes: la fructosa, que también está presentes en la fruta entera, la glucosa y la lactosa, presente en la leche y que a algunas personas produce intolerancia. Entre los alimentos ricos en carbohidratos simples destacan el azúcar blanco y productos realizados con harina sin refinar. La principal función de los glúcidos o hidratos de carbono es aportar energía al organismo. Es un nutriente cuya combustión deja menos residuos en el organismo que otros. Los carbohidratos de asimilación rápida suelen ser azúcares simples. Los alimentos que poseen este monosacárido aumentan su valor energético, por lo que, si no se queman realizando un ejercicio acorde, llevarán al aumento de peso. Los carbohidratos también se encuentran en los alimentos procesados y refinados.
- Los hidratos de carbono complejos (también llamados almidones o disacáridos): se encuentran en alimentos como las verduras con almidón, los cereales integrales, el arroz, el pan y los cereales. Estos alimentos ricos en carbohidratos son de absorción lenta, por lo que liberan su energía durante más tiempo en el organismo.
Los hidratos de carbono están presentes, de forma natural, en una amplia variedad de alimentos, y su ingesta es imprescindible para el correcto funcionamiento del organismo.
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