Recién salido del horno, este pan aderezado con hierbas aromáticas puede comerse solo, regado con un buen chorro de aceite de oliva o para acompañar un entrante.
INDICACIONES
para 4 focaccias PREPARACIÓN: 30 minutos REPOSO: 1 hora y 20 minutos COCCIÓN: 15 – 20 minutos TEMPERATURA DEL HORNO: 220 ºC (gas 7)
Ingredientes
450 g de harina de fuerza
2 cucharaditas de levadura rápida Sal marina
Sal en escamas
1 cucharada de romero fresco picado (más unas cuantas ramitas)
1 cucharada de tomillo fresco picado 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

PASO 1

Tamizar la harina en un cuenco grande y añadir la levadura y una cucharadita de sal marina. Incorporar las hierbas bien picadas y, con la ayuda de una cuchara de madera o las varillas de la batidora, batirla junto con el aceite de oliva y 250 o 300 mi de agua tibia hasta obtener una pasta suave. Sacarla del cuenco y amasarla durante 1 O minutos.

PASO 2

Untar un cuenco con aceite, colocar la masa en el interior y cubrir con
un paño mojado o film transparente. Dejar que repose en un lugar cálido durante al menos una hora, hasta que haya duplicado su tamaño.
PASO 3

Golpear la pasta con los nudillos una o dos veces para expulsar el aire.
A continuación, dividirla en cuatro porciones y aplanarlas hasta obtener cuatro masas de forma ovalada de 1 cm de grosor. Colocarlas en una bandeja untada con aceite, cubrirlas con film transparente y dejar que reposen durante 20 minutos. Precalentar el horno a 220 ºC (gas 7).

PASO 4

Esparcir hojas de romero y sal en escamas por encima de los panes. Rociarlos con aceite de oliva y hornearlos durante 1 5 o 20 minutos.
Tras retirarlos, envolverlos con un paño limpio para que se enfríen. Consumir el mismo día.

Variantes
Con esta cantidad puede prepararse un solo pan de forma ovalada y plana que deberá cocerse durante 20 minutos. También puede cambiarse el sabor sustituyendo el tomillo
y el romero por hojas de salvia, laurel u orégano, o añadiendo a la masa un puñado de aceitunas picadas o cebollas caramelizadas sin hierba alguna.

Consejo: Las hierbas frescas proporcionan un aroma más intenso y sutil. No obstante, las secas también dan buen resultado, siempre y cuando se renueven con regularidad y se utilicen
con mesura.